Con múltiples influencias lingüísticas, nuestras formas de expresión representan la identidad y el patrimonio cultural de Quintana Roo, afirmó el doctor Raúl Arístides Pérez Aguilar durante la segunda jornada del programa “Memoria e Identidad: Ciclo Académico sobre Patrimonio Cultural”. Según Pérez Aguilar, fortalecer la expresión e identidad quintanarroense es esencial para conservar la riqueza cultural de la región y mantener vivos los legados históricos de la comunidad.
Durante un conversatorio realizado en el Foro Cultural del Instituto Municipal de la Cultura y las Artes del Ayuntamiento de Playa del Carmen, el escritor abordó las diversas migraciones ocurridas desde el siglo XVIII hacia esta región del país, que dieron origen a la forma particular de hablar de la población actual.
“Entre los años 1735 y 1738 llegaron personas oriundas de las Islas Canarias, que pertenecen a España pero se ubican en África. Se asentaron en Bacalar y aportaron sus conceptos lingüísticos. Follaje, novelero y provocado son palabras de ellos que aún se utilizan”, explicó a estudiantes de la UQROO y la UT.

En ese contexto, puntualizó que también existen palabras de origen náhuatl, como tlapalería y aguacate; del maya, como sascab; del inglés, debido a la cercanía con Belice; así como de naciones hermanas como Cuba, Venezuela, República Dominicana, Honduras y Nicaragua.
El doctor Pérez Aguilar señaló que los migrantes residentes en suelo quintanarroense, quienes se expresan con un léxico español-yucateco con “mayismos”, pueden contribuir a revitalizar muchas palabras que están a punto de desaparecer y así reforzar la expresión e identidad quintanarroense de nuevas generaciones.
Más adelante, presentó su novela “El motín de los indios”, basada en un hecho histórico ocurrido en 1692 con la quema del Palacio Nacional en la actual Ciudad de México. “La escribí en un mes y tardé ocho meses en corregirla. Es la historia de Hortencia, Dorotea y Samuel. Está a la venta en Amazon”, añadió